Libreta de Entrenamiento de Jensai.

Entrenamiento Físico I

AUna calurosa mañana en Konohagakure no Satô Jensai se encontraba en donde siempre entrenaba, el quería aprender más sabiendo que se exiliaría luego, le asignaron un nuevo sensei; Kimura, con las esperanzas de aprender cosas nuevas. Jensai se levantó temprano para entrenar con Kimura, esa mañana se encontraba algo raro, no decía palabra alguna. Se reunió con Kimura sobre una colina de rocas y ambos empezaron a dialogar. Kimura dijo que sería un entrenamiento largo y continuo, si quería vencer a sus enemigos, y hacerse respetar, debería considerar entrenar más a menudo. Esforzarse más, a Jensei le parecían algo cómicos los comentarios de Kimura, pero nunca perdía la seriedad. Claro, si pronto se exiliaria, era lógico que nunca perdiera ese toque de frialdad de siempre, aunque quien sabe, quizás era frío por su naturaleza... todo escondido en una falsa sonrisa. Tenía que tener mano dura, y ser firme, y disciplinado. Jensai a pesar de asentir ante las palabras de Kimura en el fondo estaba totalmente aburrido y distraído, todo le parecía habladuría, aunque por una parte tuviese razón. Así que luego de la charla descansó un par de horas porque lo que venía era para un largo rato. Jensai se sentó mirando hacia el cielo, pensando en qué era lo que hoy harían, que podría ser tan duro y arduo, que Kimura lo preparó tan bien para ello. La verdad, no lo sabía, pero esperaba con ansias de que fuera algo sumamente bueno, y que le ayudara para mejorar, y hacerse más fuerte. Luego de un rato, Kimura apareció para decirle;

Sígueme.

Jensai se levantó mirandolo fijamente, y observando lo que traía con el. Eran algunos artefactos de los cuales no sabía mucho, solo veía unos palos, y esas cosas. Pero estaban envueltos en una manta roja, que parecía ser muy suave y sedosa. Estuvieron caminando un rato, y Kimura sacó unas rocas de su envoltorio, y le dijo que se las amarrara a las piernas, Jensai extrañado ante eso, asintió y tomó las rocas amarrándolas a sus piernas con unas vendas que traía en su Kit, después las justó con una pequeña soga y quedó bien. Sintió como se le agregaba un peso notable a sus piernas, el cual trató de distribuirlo alrededor de su cuerpo, pero no podía. Al levantarse le fue muy difícil caminar bien, pero se acostumbraba a eso. Kimura aclaró que algunos especialistas en Taijutsus entrenaban de esa manera, o con algún método distinto. A Jensai le pareció eso un poco extraño. Mientras más pasos daba se acostumbraba más al peso, hasta que comenzó a trotar aumentando la velocidad. Miraba a sus lados mientras inhalaba y exhalaba lentamente, mantenía un recto margen de respiración ajustado. Eran profundas, pero Jensai no pensó en nada de eso, solo trotaba con ese peso en sus piernas para ser más rápido. A pesar de todo no se cansaba tan rápido, logró adaptarse al peso y mantenerse corriendo en un buen ritmo, aunque esto no significaba que ya se había acostumbrado. Hasta que Kimura de forma repentina se apareció en frente de él, y acto seguido, todo se cegó al instante. Su mundo se volvió negro y oscuro, no podía ver nada. Curioso, le preguntó a Kimura:

Hey, ¿Qué haces?. Tendrás que agudizar tus sentidos para continuar tu entrenamiento, sigue corriendo... no te detengas.

Jensai comprendió lo que tenía que hacer, y sabía como hacerlo. Así que se concentró en sus oídos, ya que estaba ciego. Y al terminar de escuchar las palabras de Kimura, comenzó a correr hacia el frente aún sin ver nada. La primera vez de forma tradicional fue un fiasco, cayó al suelo dándose contra la tierra. Kimura se mantenía en silencio esperando que el chico progresara por si solo, se reservó palabras y movimientos, tan solo observaba a Jensai. Él sabía que debía estar completamente enfocado si quería lograrlo, así que obviamente, se levantó para intentarlo de nuevo. Ya de pie, comenzó a correr cegado otra vez hacia el frente. Empezó a concentrarse en sus oídos, y notaba que las pisadas se hacían más claras dependiendo a donde corría. Por ejemplo, cuando corría por las plantas, sentía ese crack de el pisar la grama. Cuando corría por piedras, sentía lo fuerte, pero lisa que era la superficie. Y en tierra firme, sentía la completa normalidad, corriendo. Ya se comenzaba a acostumbrar, sin embargo caía de vez en cuando, y era cosa de principiantes, pero tarde o temprano lograría perfeccionarlo. Siguió corriendo, mientras oía algo acercarse, pensó que era Kimura, así que se giró, concentrandose más que todo en su oído. Y escuchó como si algo se arrastrara por el suelo, supuso que eran los palos, así que sacó una hipótesis rápidamente. Kimura pasaba por su lado, mientras que Jensai se giraba hacia el, mirandolo con atención. Claro, no podía verlo, pero si oír sus pasos.

Oye todo a tu alrededor Jensai. Tu oído debe ser tan útil como tu vista.

Este siguió a Kimura tanto con la mirada como con el cuerpo. Hasta que Kimura le dio una estocada en el pecho. El palo tenía un pequeño cascabel dentro, el cual Jensai oyó con claridad, pero ya era tarde, sintió el pequeño golpe impactar con su pecho. Retomó la postura y se dedicó a escuchar el pequeño cascabel. Así luego de unas seguidas repeticiones pudo lograrlo. Esquivaba el palo que venía hacia él con estocadas lentas, pues el objetivo de Kimura era hacer que se enfocara en su oído. Notando su progreso, le dijo que continuara corriendo ya que su entrenamiento físico aún no había terminado, Jensai respiró profundo y bebió un poco de agua antes de seguir, pero forzado a no detenerse, empezó a correr de nuevo hacia el frente, aún cegado por la técnica de Kimura.

Pasó un buen tiempo corriendo y agudizando su sentido auditivo, dejó de caerse al rato, ya podía mantener un buen ritmo. Kimura lo detuvo en seco de manera repentina y dijo que ya era suficiente. Ahora venía otra parte. Jensai estaba ansioso por comenzar esta nueva etapa, pero Kimura le dio una manzana para descansar y recomponer sus energías. Jensai la comió, y seguidamente se acostó sobre el pasto, descansando un poco. Los jadeos pasaron a ser respiraciones aceleradas y luego desaparecieron, sus energías se recuperaban poco a poco, pero de todas formas, no había apuro. Todavía le quedaba un ardor en sus piernas por el maratón que había tenido, con las rocas encima. Después de un largo rato, Kimura le levantó las rodillas, colocandolo en posición de abdominales, y le dio la orden de hacer abdominales rapidamente. Jensai tardó un rato en responder, pues estaba sumergido en pensamientos mientras lo miraba. Pero luego de unas señas, se levantó, y comenzó a realizar los abdominales con sus manos en ''X'', para dar más fuerza. Subía y bajaba a un parámetro rápido, dandole fuerza a su ejercicio. Sentía esa presión en su estómago pero la ignoraba, solo seguía con las abdominales sin ningún inconveniente. Kimura mantenía sus piernas y sus rodillas pegadas, para que funcionara dicho ejercicio. Jensai duró un rato haciendolas, hasta que sintió como su estómago ya ardía del dolor. Kimura sin más lo detuvo, y lo hizo sentarse en posición india. Dijo que había hecho unas ciento treinta abdominales, pero el número no le importaba a Jensai. Entonces Kimura comenzó a caminar alrededor de el, y mientras lo hacía solo mencionaba:

Debes hacerte fuerte en todos los aspectos muchacho. Así que... ahora te toca meditar tu chakra, algo asi como entrenandolo.. - Acto seguido, Jensai cerró sus ojos y respiró profundo, después empezó a concentrar su chakra alrededor de todo su cuerpo. - Olvida tu entorno. lo que importa es tu concentración. Debes esforzarte si quieres llegar a ser algo.



Jensai se concentró totalmente en lo que era la meditación aunque eso le parecía aburrido y fastidioso. Pasaban los minutos y él seguía ahí sentado, sintió como esa energía fluia por su cuerpo, y le daba pequeños cosquilleos, pero lo llenaba de vitalidad. Se sentía bien, pues sentía que cada vez su chakra crecía y crecía. (Aunque obviamente esto no pasaba). Mientras meditaba, pensaba y reflexionaba. Sus entrenamientos se hacían mejores cada vez, osea que el se hacía mejor y más fuerte cada vez que entrenaba. Con mucho esfuerzo, lograría hacerse lo suficientemente fuerte en todos los aspectos. Duró un largo rato meditando todo su cuerpo, sintiendo esa energía en su cuerpo, ignorando todo a su alrededor, incluyendo a Kimura, que no se oía desde hace un rato. Su mente estaba enfocada en su entrenamiento. Y esa energía cada vez se hacía más grande, y fluía más rapido. Jensai se imaginó su cuerpo, con el chakra dentro. Esa masa azulada fluyendo a grandes cantidades por todo su cuerpo. Con gran apremio, duró un largo y harto rato concentrandose más, mientras colocaba pose de meditación, y decía que se hacía uno consigo mismo. Notaba que el aire movía su pelo al viento, y que las hojas se movían a su alrededor, pero aún así, sin desconcentrarse de su meditación, enfocandose en cada sector de su cuerpo, pensaba que en cuanto Jensai terminase de entrenar, dentro de un tiempo, mataría a Kimura... Hasta que en un abrir y cerrar de ojos, notó que ya había vuelto a la normalidad, osea... no estaba cegado, entonces escuchó la voz de Kimura decir;

Basta.

• Konohagakure no Satô •



Una nueva mañana en Konohagakure, Jensai cambió su actitud desde que perdió contra un chico de su aldea, ya es tranquilo optimista y feliz, es raro que hoy se alla largado a llover. Todo el mundo estaba ocultos en sus casas debido a la fuerte lluvia que ya llevaba varios damnificados, Jensai estaba parado frente a una ventana de su casa viendo como la fuerte lluvia caía sobre el suelo creando un fuerte sonido, que molestaba algo a los oídos del chico pero no le importaba. Estaba algo deprimido por que ya había perdido un poco su toque en el taijutsu y por eso había perdido contra otro de su aldea.

¿Qué soy?..... no lo sé. Pero he perdido mi toque en el Taijutsu, debo continuar entrenandolo.

Jensai sonrío levemente y se dirigió hasta su habitación, una vez allí se tira al suelo posando sus manos sobre el suelo, Jensai intento hacer una flexión de pecho, bajo su cuerpo y luego lo elevo, volvió a bajarlo, pero luego cayo con algo de dolor en los brazos, Jensai se levanto lo más rápido posible tomo la pose de flexión e intento hacer unas cuantas solo logro 20 y terminando muy cansado, decide ir a beber algo de agua y a lo que termina intenta hacer más flexiones pero solo consigue el mismo resultado.

Quizá, tenga razón. Perdí mi toque...

Jensai se acostó en su cama en la cual tomo un breve descanso pensando en su entrenamiento, tras Quince minutos de total aburrimiento se levanta algo serio, comienza a extender sus brazos al frente tratando de estirar lo más posible sus brazos, luego cambia de ejercicio tirándose al suelo de inmediato estira sus piernas y trata de colocar la palma de su mano en el pie de cada pierna, luego de eso estando en el suelo toma la pose de flexión y comienza a realizar varias aproximadamente 25 eso lo agoto levemente y despertó en el una increíble sed .

Pues fue a su cocina y tomo agua rápidamente se dirigió a su cuarto, vio que en la ventana llovía aún, ya hidratado comienza a realizar varias flexiones unas 30 con las cuales salio algo cansado, Jensai se rinde y se tira una vez más a dormir tras 40 minutos, se levanta nota en su ventana que paraba de llover aún así parecia que el cielo quería llover de nuevo, más raro. Era muy raro que lloviese en konoha. Al ver que dejo de llover...;

Debo aprovechar este tiempo y salir a trotar por unos minutos

Jensai se vistió con una ropa cómoda para estirarse, enseguida sale a trotar por las calles de Konohagakure durante 10 Minutos pero luego de ese tiempo le toca sentarse en una banca de una plaza, compro un pequeño jugo natural. Al tomárselo comienza a trotar camino a su casa, Jensai no sudaba por el frío que hacía debido a la lluvia que acababa de caer, pues llega a la casa totalmente agotado pero con algo de energía que le queda logra hacer 18 flexiones de pecho en su cuarto.

Jensai se acuesta a dormir otra vez al día al despertarse ya era de noche, en la cual estaba lloviznando, Jensai empieza a realizar varias flexiones de pecho en su cama, pero solo consigue hacer 34 Flexiones al final termina agotado, pero no se deja vencer, aburrido del mismo ejercicio opta una pose abdominal en el suelo y comienza a realizar el ejercicio logrando 5 a duro esfuerzo



Toma un breve descanso, mientras agarra un cubo de hielo que se mete a la boca para masticar un rato, ya terminado de masticar vuelve a tomar la pose abdominal y prosigue con el ejercicio logrando 37 en 2 minutos, sentía algo de dolor en el pecho el brazo y el abdomen, a pesar de que hubiera dormido mucho la noche y el cansancio podían contra el, entonces cayo dormido hasta la mañana siguiente.

¡ Ya no llueve, que suerte !

Jensai se dirigió a la cocina de su casa con algo de dolor como si algo le estuviese apretando, al llegar a la sala ve su desayuno servido, de inmediato comer este y va a su cuarto a sentarse en la cama luego de pensarlo, comienza su ejercicio iniciado el día de ayer, toma la pose abdominal en el suelo y realiza por lo menos 39 abdominales, su cuerpo podía aguantar pero no su sed, bebió agua y continuo con su entrenamiento físico, tomo la misma pose anterior y realizo 42 abdominales con un mismo movimiento, luego de eso se sentía muy adolorido del pecho, abdomen y brazos, no tuvo de otra que tirarse a la cama para relajarse.